¿LAGO DEL CISNE O CIÉNAGA EL RINCÓN?
- ECO GUERRERO
- 7 feb 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 8 feb 2019
Fotos y texto por Elio Ariza-Ramos, Biólogo, Universidad del Atlántico-Colombia.

Tomando la avenida 51B, a solo 5,5 km al oeste de la Avenida Circunvalar de Barranquilla se encuentra este humedal que los barranquilleros siempre hemos visto a la distancia cuando viajamos a la ciudad de Cartagena o al vecino municipio de Puerto Colombia; pero a la distancia ¡ya no más! puesto que después de las obras hidráulicas que permitieron la recuperación del espejo de agua y la construcción del Parque Lineal del Lago del Cisne, el visitar y apreciar más de cerca la belleza paisajística de este lugar emblemático, se ha convertido en plan obligado de fin de semana para gran cantidad de familias barranquilleras.



Así como con las obras llegaron los turistas, con el agua llegaron también las aves, y tras ellas, los amantes de la naturaleza atraídos por este increíble foco de biodiversidad ubicado a escasos kilómetros de una urbe en ebullición como es la ciudad de Barranquilla.

¿CUÁNTOS CISNES VIVEN EN EL LAGO DE EL CISNE?
A pesar de lo sugestivo de su nombre, ninguno de estos ánsares europeos ha posado jamás sus carismáticas patitas sobre las aguas de este “lago” o al menos no que se sepa, no obstante, esto no le quita ningún mérito, puesto que nada tiene que envidiar nuestra fauna criolla a los “patitos feos” de septentrionales continentes. A falta de cisnes, buenos son los barraquetes…



… las garzas, las fochas, los gallitos de ciénaga, los cormoranes, las águilas pescadoras, los pisingos, los andarríos, los carraos, las auras y como estas, al menos unas 140 especies de aves acuáticas y no acuáticas que dependen directa e indirectamente de este cuerpo hídrico.



El Lago del Cisne no solo ofrece alimento, la vegetación hidrofítica que cubre parte del espejo así como la vegetación pezofítica de sus orillas, ofrecen un refugio para las aves y un lugar de crianza para las nuevas generaciones.



El Lago del Cisne es un resort para turistas y vacacionistas, que huyendo del frío vienen a pasar el invierno boreal en tierra “calentana”, son las aves migratorias que vienen en busca de condiciones bioclimáticas comparativamente más favorables.



CADA HUMEDAL ES UN MUNDO
Cada humedal es un mundo en sí mismo, y al ser un mundo acuático la chispa que activa el sistema parte de la actividad fotosintética del fitoplancton, las algas y las plantas...


...de ahí en adelante, cada especie está adaptada para aprovechar los recursos energéticos de los deferentes niveles tróficos conformando una entramada y compleja red, así la energía fluye y la materia se renueva constantemente y todo ello dependiendo de la disponibilidad y la calidad del agua.

NO TODO ES BELLO
Frente a este último factor el Lago del Cisne, enfrenta una grave problemática, dada la baja calidad de las aguas del Arroyo León, su único tributario y la falta de cultura ambiental de los barranquilleros que arrojan basuras a su cauce afectan negativamente los indicadores hidrobiológicos del lago.

Sumado a esto, los fosfatos y nitratos de las aguas servidas urbanas que son arrastradas por el Arroyo hasta el lago, superan la capacidad de autodepuración del sistema causando su eutrofización al actuar como un exceso de nutrientes que incrementa la biomasa de la flora acuática más allá de sus límites naturales; los restos vegetales, terminan por generar un exceso de materia orgánica que al descender al lecho lacustre son descompuestos por microorganismos, toda esta actividad inducida por el excedente de recursos disponibles, aumenta la demanda biológica de oxígeno (DBO), lo que deja sin oxígeno al resto del sistema, trayendo así, la disminución de la ictiofauna (y en algunas ocasiones la mortandad masiva de peces); el cieno putrefacto que genera toda esta materia orgánica en descomposición, termina colmatando el cuerpo de agua, fenómeno que de no atenderse con el dragado periódico, sin duda desencadenará la desaparición definitiva de este cuerpo hídrico.

HAY ESPERANZA
Con todo esto, la naturaleza nos sigue retribuyendo bien por mal, esto es así para las familias que subsisten con la pesca y para los observadores de aves que hemos tenido desde siempre este lugar como punto de encuentro.

Ahora que nuestras autoridades vuelven la mirada a los humedales (como lo hicieran una vez nuestros ancestros) se abren también nuevos espacios de convivencia para los ciudadanos, lo que garantiza la sostenibilidad del ecosistema.


Mientras los turistas sigan llegando, los gobiernos se verán obligados a darle una mano a esa naturaleza que tanto hemos golpeado.

A la naturaleza solo le corresponde hacer lo que ha hecho por miles de años, al Estado le corresponde gestionarla con miras a un futuro a largo plazo y a los ciudadanos les corresponde respetarla, valorarla y cuidarla, y de esta manera “los observadores de aves seremos muy felices”
UNA BREVE DISCUSIÓN

A lo largo del artículo se ha llamado lago a este cuerpo de agua que en algunos textos aparece referenciado como ciénaga, entonces ¿¡ES UN LAGO O ES UNA CIÉNAGA!? como diría el sabio, “no discutamos, definamos” la verdad es que estos dos conceptos parecen muy difíciles de distinguir y a veces son usados indistintamente; son más los aspectos comunes que sus diferencias, un lago y una ciénaga tienen en común el hecho de ser cuerpos de agua lénticos, es decir de agua estancada, o que no presenta un caudal, y aunque si bien a diferencia de los lagos, las ciénagas pueden tener contacto con el mar, en algunos casos será difícil diferenciar un lago de una ciénaga epicontinental o de interior. El tamaño es otro punto a discutir, se define al lago como un cuerpo de agua grande, mientras que la ciénaga se define como un cuerpo de agua pequeño pero ¿grande o pequeño con respecto a qué?

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